Mi primer chanchito: cómo enseñar ahorro a niños y niñas

4 formas para ahorrar
24 de septiembre de 2025 3 min de lectura
Mi primer chanchito: cómo enseñar ahorro a niños y niñas

El hábito del ahorro no se construye de un día para otro. Como muchas conductas financieras, se aprende desde la infancia. Enseñar a los niños y niñas a ahorrar, incluso con un simple chanchito o alcancía, es el primer paso para que comprendan el valor del dinero y la importancia de planificar.

En esta nota te compartimos ideas simples y prácticas para acompañar a los más pequeños en su camino hacia la educación financiera.

¿Por qué es importante enseñar a ahorrar desde la infancia?

  • Desarrolla responsabilidad: al separar parte de su dinero, aprenden que no todo se gasta de inmediato.
  • Fomenta la paciencia: entienden que lograr una meta requiere constancia.
  • Genera seguridad futura: un niño que sabe ahorrar se convertirá en un adulto más consciente de sus finanzas.

Ideas para enseñar a ahorrar jugando

  1. El clásico chanchito o alcancía
    Entrega a tu hijo o hija una alcancía transparente para que vea cómo crecen sus ahorros. Esto les motiva y refuerza la idea de que “guardar hoy” tiene una recompensa mañana.
  2. Metas claras y alcanzables
    Invítalos a definir un objetivo concreto: un juguete, un libro o una salida. Así aprenderán que el ahorro tiene un propósito y que alcanzar esa meta depende de ellos.
  3. Dinero como aprendizaje, no como premio
    Cuando reciban dinero (mesada, regalo familiar, etc.), explícales que una parte puede destinarse a gastos pequeños y otra debe ir al ahorro.
  4. El juego de los tres frascos
    Una dinámica entretenida: tres frascos marcados como “Gastar”, “Ahorrar” y “Compartir”. Así los niños visualizan cómo distribuir su dinero en distintas prioridades.

Consejos para padres y madres

  • Sé ejemplo: los niños aprenden imitando. Habla en casa de cómo ahorras.
  • Refuerza el esfuerzo: celebra sus logros cuando alcanzan una meta.
  • Usa herramientas digitales: a medida que crecen, muéstrales apps o simuladores para practicar educación financiera de forma lúdica.

El primer chanchito es mucho más que un juguete: es la primera escuela de educación financiera. Con paciencia, juegos y metas claras, estarás entregando a tus hijos un valor que los acompañará toda la vida: el hábito de ahorrar.