Solo abrir correos electrónicos que estén dirigidos a ti. Si no conoces la identidad del remitente, no descargues archivos adjuntos, ni hagas click en enlaces. Si te redireccionaron a otras páginas, no introduzcas tus datos.

Crea combinaciones que contengan números, mayúsculas, minúsculas y caracteres especiales en una cadena relativamente compleja, pero breve y fácil de recordar por ti.

Mantén siempre actualizados tu sistema operativo y sistema de antivirus, y descarga solo aplicaciones de proveedores conocidos.

La manera más común es a través de la suplantación de identidad (phishing) o de “malwares”: un tipo de software que se usa para infiltrarse en tus dispositivos digitales, para obtener tus datos.